El ministro de Finanzas de Canadá, Dominic LeBlanc, anunció el 12 de junio que Canadá impondrá aranceles de represalia por valor de 29.8 mil millones de dólares canadienses (aproximadamente 6,822 mil millones de dólares taiwaneses) a las importaciones estadounidenses. Estas medidas entrarán en vigor el 13 de junio en respuesta a las medidas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esta decisión se produce después de que Estados Unidos impusiera aranceles del 25% y del 10% a las importaciones de acero y aluminio respectivamente, provenientes de Canadá, México y la Unión Europea. Canadá ha sido uno de los principales afectados por estas medidas, ya que es el mayor exportador de acero y aluminio a Estados Unidos.
El ministro LeBlanc afirmó que Canadá no puede quedarse de brazos cruzados mientras Estados Unidos impone aranceles injustos e ilegales a sus productos. Además, agregó que estas medidas de represalia son necesarias para proteger los intereses de Canadá y su economía.
Los aranceles de represalia afectarán a una amplia gama de productos estadounidenses, incluyendo acero, aluminio, productos agrícolas, alimentos, bebidas, productos químicos y otros bienes manufacturados. Estas medidas se aplicarán de manera equilibrada y proporcionada, con el objetivo de minimizar el impacto en los consumidores canadienses.
El gobierno canadiense ha dejado en claro que estas medidas son temporales y solo se aplicarán hasta que Estados Unidos retire sus aranceles injustos. Además, Canadá continuará trabajando con sus aliados y socios comerciales para encontrar una solución a esta disputa comercial.
Esta decisión ha sido bien recibida por la industria y los líderes empresariales canadienses, quienes han expresado su apoyo al gobierno en su lucha contra los aranceles estadounidenses. También han instado a Estados Unidos a reconsiderar sus medidas y encontrar una solución negociada.
En resumen, Canadá ha demostrado su determinación y firmeza al tomar medidas de represalia contra los aranceles estadounidenses. Estas medidas son necesarias para proteger los intereses de Canadá y su economía, y esperamos que Estados Unidos reconsidere su posición y se llegue a una solución justa y equilibrada para ambas partes. Como país, debemos permanecer unidos y trabajar juntos para resolver esta disputa comercial y mantener una relación comercial fuerte y mutuamente beneficiosa.