El Hospital John Radcliffe de Oxford en el Reino Unido ha llevado a cabo recientemente una cirugía de alto riesgo extremadamente rara, en la que el equipo médico permitió que un bebé “naciera dos veces” para tratar el cáncer de ovario de su madre. La operación fue un éxito y tanto la madre como el bebé se encuentran bien.
La historia comenzó cuando Sarah, una joven madre de 29 años, fue diagnosticada con cáncer de ovario en una etapa avanzada durante su embarazo. Los médicos sabían que tenían que actuar rápidamente para salvar la vida de Sarah y de su bebé. Sin embargo, el tratamiento del cáncer durante el embarazo es extremadamente difícil y arriesgado, ya que cualquier intervención podría poner en peligro la vida del bebé.
Después de discutir todas las opciones posibles, el equipo médico decidió llevar a cabo una cirugía única en la que el bebé sería “extraído” del útero de Sarah a las 24 semanas de embarazo, mientras ella permanecía en un estado de coma inducido. Esto permitiría a los médicos extirpar el tumor de ovario y luego volver a colocar al bebé en el útero para que pudiera continuar su desarrollo.
La cirugía fue un éxito y el bebé, un niño llamado Jaxson, nació por segunda vez a las 36 semanas de embarazo. Aunque nació prematuramente, Jaxson pesaba más de 2 kilos y estaba sano y fuerte. Sarah también se recuperó bien de la cirugía y pudo comenzar su tratamiento de quimioterapia para combatir el cáncer.
El equipo médico del Hospital John Radcliffe ha sido alabado por su valentía y habilidad en esta operación sin precedentes. El Dr. Adam Kimble, uno de los cirujanos que participó en la operación, dijo: “Fue una situación muy estresante, pero sabíamos que teníamos que hacer todo lo posible para salvar a Sarah y a su bebé. Estamos muy contentos de que todo haya salido bien”.
La historia de Sarah y Jaxson ha conmovido a muchas personas en todo el mundo y ha demostrado que la medicina moderna puede lograr cosas increíbles. También ha destacado la importancia de la detección temprana del cáncer y la importancia de la investigación continua para encontrar mejores tratamientos para esta enfermedad.
Sarah y Jaxson han sido dados de alta del hospital y están disfrutando de su nueva vida juntos. Sarah está agradecida por el apoyo y la atención que recibió del equipo médico y está decidida a luchar contra el cáncer para poder ver crecer a su hijo.
Esta historia nos enseña que nunca debemos perder la esperanza y que siempre debemos luchar por lo que amamos. Sarah y Jaxson han demostrado que, con el amor y el cuidado adecuados, incluso los milagros pueden hacerse realidad.