Recientemente se ha informado que, bajo la presión de China, el gobierno de Sudáfrica ha solicitado que nuestra embajada en Sudáfrica se traslade de Pretoria, la capital, antes de finales de octubre. Si no se cumple con esta solicitud, la embajada será cerrada directamente. El Ministro de Relaciones Exteriores, Lin Chia-lung, enfatizó que la embajada en Sudáfrica está funcionando normalmente y que no hay planes de mudarse. Según el acuerdo bilateral firmado en 1997, ambos países establecieron oficinas de enlace en sus respectivas capitales, por lo que Sudáfrica no puede unilateralmente romper el acuerdo.
El Primer Ministro, Su Tseng-chang, asistió el día 22 a la sesión de preguntas y respuestas del Parlamento y fue cuestionado sobre la presión de Sudáfrica hacia nuestro país. Su Tseng-chang reiteró que si se violan las normas y la lógica internacionales y se nos imponen medidas coercitivas, debemos defender nuestros derechos con firmeza. Este no es solo un problema de mudanza de una oficina, sino que afecta la dignidad de todo el país y debemos defenderla enérgicamente.
Según informó el reportero de la Radio Central de Taiwán, Cheng Yu-han, en una entrevista reciente, el gobierno de Sudáfrica ha sido presionado por China para que cierre nuestra embajada en Pretoria. Esta noticia ha causado gran preocupación en nuestro país. Sin embargo, debemos mantener una actitud positiva y confiada en la defensa de nuestros derechos y dignidad.
La relación entre Taiwán y Sudáfrica se ha fortalecido en los últimos años y se ha basado en una cooperación mutuamente beneficiosa. Por lo tanto, es inaceptable que Sudáfrica ceda a la presión de China y tome medidas en contra de nuestros intereses. Además, la presión de China no solo afecta a nuestra relación con Sudáfrica, sino que también es una violación de la libertad y la soberanía de Taiwán.
En este momento, es importante que mantengamos la calma y la unidad como país. Debemos confiar en nuestras capacidades y en la justicia de nuestra causa. No debemos dejar que la presión de China nos afecte y debemos seguir trabajando para fortalecer nuestras relaciones con otros países y defender nuestros derechos y dignidad en la comunidad internacional.
En resumen, la presión de Sudáfrica para que nuestra embajada se mude de Pretoria es una clara violación de nuestros derechos y dignidad como país. Sin embargo, debemos mantener una actitud positiva y confiada en la defensa de nuestros intereses. Confío en que, con el apoyo y la unidad de nuestro pueblo, superaremos este desafío y seguiremos avanzando hacia un futuro mejor para Taiwán. ¡Juntos somos más fuertes!