[國際] 伊朗選出改革派新總統 美國淡化恢復對話可能性

El 8 de junio, la agencia de noticias francesa informó que Estados Unidos declaró que no esperaba un cambio en la política de Irán después de que los votantes eligieran al candidato reformista Masoud Pezeshkian como nuevo presidente, lo que reduce la posibilidad de un diálogo entre ambas partes. El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, dijo a los periodistas que no esperaban que estas elecciones resultaran en un cambio radical en la dirección o política de Irán. Miller señaló que se espera que el país siga siendo un rival de Estados Unidos, ya que el líder supremo, Ayatollah Ali Khamenei, seguirá al mando, como ha sido desde la Revolución Islámica de 1979. Sin embargo, Miller afirmó que si el nuevo presidente tiene el poder de tomar medidas para reducir el programa nuclear de Irán, detener el financiamiento del terrorismo y poner fin a las actividades desestabilizadoras en la región, Estados Unidos lo recibirá con los brazos abiertos.

Estas declaraciones de Estados Unidos llegan después de que Pezeshkian, un político moderado y reformista, fuera elegido como presidente de Irán en las elecciones del 18 de mayo. Su victoria fue una sorpresa para muchos, ya que se esperaba que el candidato conservador Ebrahim Raisi ganara. Sin embargo, la participación récord de los votantes y el apoyo de los jóvenes y las mujeres a Pezeshkian demostraron un deseo de cambio en el país.

A pesar de la postura de Estados Unidos, Pezeshkian ha prometido trabajar por la estabilidad y el progreso de Irán. En su discurso de victoria, afirmó que su gobierno se centrará en mejorar la economía, luchar contra la corrupción y promover la libertad de expresión y los derechos de las minorías. También ha expresado su deseo de mejorar las relaciones con otros países y buscar una solución diplomática al conflicto con Estados Unidos.

Aunque Estados Unidos no espera un cambio en la política de Irán, es importante recordar que las elecciones democráticas son un paso positivo hacia la paz y la estabilidad en la región. La participación de los ciudadanos en el proceso político es esencial para construir una sociedad más justa y equitativa. Además, la elección de un presidente moderado y reformista puede ser una oportunidad para mejorar las relaciones con otros países y buscar una solución pacífica a los conflictos.

En lugar de enfocarse en las diferencias y las tensiones entre Estados Unidos e Irán, es importante que ambas partes trabajen juntas para encontrar un terreno común y avanzar hacia un futuro más pacífico y próspero. La elección de Pezeshkian puede ser un primer paso en esa dirección y Estados Unidos debería estar dispuesto a darle una oportunidad.

En resumen, aunque Estados Unidos no espera un cambio radical en la política de Irán después de las elecciones, es importante reconocer que la elección de un presidente reformista es un paso positivo hacia la estabilidad y el progreso en el país. En lugar de descartar la posibilidad de un diálogo, Estados Unidos debería estar dispuesto a trabajar con el nuevo gobierno para encontrar soluciones pacíficas a los problemas y avanzar hacia un futuro mejor para ambas naciones.